Para esos luchadores insaciables. Gran vídeo.

Ser entrenador. En el momento que te arrojas a la pizarra, el punch de la táctica, maniobrar y girar el timón más como capitán de navío que como entrenador, debes observar y actuar como tal, un especialista del fútbol. Si los resultados acompañan, siempre se dice que bien tocan el balón los chicos, que filigranas, que buenísimos son. Pero cuando la pelota torna caprichosa las culpas recaen en el dueño del banquillo irremediablemente; no tiene sistema, no les ubica bien. De ahí la soledad perenne y perseverante centelleante en cualquier entrenador que se precie. Un placer superlativo de obligada abstracción. Siempre buscando el éxito, el acierto del bloque, y medrar ante los errores, que concatenados, podrían conducirte a un fracaso estrepitoso. Tengan muy claro que todo lo que hacemos es por y para el beneficio del grupo.