Quizás no sea la
crónica que realice con mayor emotividad, pues me engañaría a mí mismo. Realmente no sé cómo empezar a relatarla ni
qué he de escribir. Conocíamos y sabíamos de la importancia de este partido, al
cual íbamos con gran respeto y las
intenciones muy firmes, pero sin olvidar que ante todo, veníamos a disfrutar
con el deporte que verdaderamente nos gusta, el fútbol.
Sin lugar a dudas, no se ha tratado de nuestro mejor primer tiempo de la temporada, situación que ha sido muy bien aprovechada por Pablo VI. Tras varios minutos de tanteo, en el que pudimos adelantarnos si hubiésemos tenido algo más de puntería, el equipo local conseguiría adelantarse desde el punto de pena máxima. Seguidamente, volvieron a ver puerta con gran facilidad después de un fallo de marcaje que permitió al delantero rival definir prácticamente a placer. Pablo VI obtuvo demasiado premio en la primera parte, se lo pusimos muy fácil. Todo se volvió gris pues estos dos goles minutos antes del descanso, amilanaron nuestras esperanzas por sacar algo positivo. Pese a esto, no dábamos nada por perdido, he visto a este equipo levantar situaciones peores y confiaba plenamente en su capacidad para darle la vuelta al resultado.
Después de dejar de
lado esta mala primera parte, el equipo salió enchufado al inicio de la
segunda. Decidimos apostar por una
novedad en lo que va de temporada, la inclusión del sistema 2 – 3 – 1, que era
inédito para nosotros hasta el momento. No teníamos nada que perder, de
ahí a este cambio precipitado, puesto
que, sabíamos que a la contra podían sentenciar el partido. Con este nuevo
cambio el equipo obtuvo mayor profundidad y se crearon un sinfín de ocasiones muy bien
desbaratas por el gran portero que tiene Pablo VI y por los magníficos palos
que tanta suerte le han dado en el segundo periodo, hasta en cuatro ocasiones
nos hemos topados con ellos. La gente clamaba ante la mala fortuna con la que
se ha encontrado el CD. Doctor Fleming en el día de hoy, pero esto es fútbol y
aún nos quedarán muchas situaciones que vivir de este calibre.
El camino no es de rosas y nosotros seguiremos trabajando
hasta el final. Felicidades al Pablo VI y a su míster Manolo que está
realizando una excelente labor con estos jóvenes. Ahora, nos toca aprender una
nueva lección; el reaccionar tarde, trae consigo situaciones que luego son
difíciles de levantar. Ánimo y a pelear hasta el final. HASTA EL RABO, TODO ES
TORO.
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