La paciencia es la madre de todas las ciencias.

El viernes 12 de Octubre a las 11:00 recibíamos como locales a la U.D.B. Lebrijana en un horario novedoso, pues se celebraba el Día de la Hispanidad. Pocos datos conocíamos del equipo rival, pero sabíamos que en su primer enfrentamiento liguero se lo puso muy difícil a un equipo llamado a estar en los puestos altos, el CD. Montequinto. El equipo había trabajado durante la semana a un nivel muy alto, la energía y el compañerismo que se respira en los entrenamientos hace que todo transcurra con gran rapidez.

El partido en su mayoría fue un acoso total en terreno visitante. La primera parte fue una oleada de ocasiones que, o bien, por fallos clamorosos, o bien por méritos del portero de la U.D.B. Lebrijana, no hacía subir al marcador el gol que reflejase la superioridad patente en el terreno de juego. Contando hasta un total de 15 ocasiones muy claras de gol. 

El otro equipo pudo sorprender en una de sus contras pero no pudo finalizar sus jugadas con peligro, gracias a un gran trabajo defensivo de todo el equipo. Parecía increíble que nos fuésemos al descanso sin conseguir ver puerta, pero el fútbol a veces es caprichoso y cuando la pelota no quiere entrar… 

Pero si bien sabíamos que la situación no iba a poder con nosotros y tarde o temprano se iba a conseguir. Finalizamos el primer tiempo con empate a cero. Así llegamos al ecuador del encuentro con un sabor agridulce en la boca, aunque volvimos a los campos soliviantados sabiendo que el buen fútbol que desarrollamos en los primeros 30 minutos nos invitaba a ser optimistas.

Era muy importante llevar a cabo una buena toma de decisión que hiciera declinar la balanza a nuestro favor. Fruto de esa paciencia llegó el primer gol. Tras conseguirlo, empezaron a venir uno tras otro. Se hizo de rogar pero la constancia y el trabajo general tuvieron su recompensa con un final de partido algo más tranquilo.  Supimos madurar el partido y nunca nos vimos superados porque las cosas no saliesen bien. Como resultado un 6.0.

Desde aquí ánimo a La Lebrijana a seguir trabajando y a no desanimarse, sólo es el inicio y seguro de que lo harán muy bien y que su trabajo dará resultado semana a semana. Quiero transmitir mi total admiración al portero visitante, todo un fenómeno y que nunca debe desanimarse, pues lo borda. Le darás muchas alegrías a tu equipo, campeón.

También felicitar a nuestro equipo, que desde el primer al último componente realizaron un gran encuentro, respondiendo perfectamente a las expectativas creadas.  Hay que seguir trabajando y pensando en el próximo rival, Miguel de Unamuno.

                           Imagen de la primera jornada ante La Liara.