Creo que
se usa demasiado la frase "transmisión de valores" y se utiliza poco
en la práctica. Aquí tenéis un ejemplo
de deportividad. El equipo local jugaba el Torneo Calvo Sanz (alevines en fútbol 11) ante el Santiago y
ya a punto de finalizar el encuentro sin moverse el marcador marca el 0-1 el
equipo visitante, al parecer con un jugador local en el suelo. Probablemente la
mayoría de entrenadores darían un salto de alegría por los tres puntos ya casi
en el bolsillo, pero el formador del Santiago actuó dando más importancia a la
deportividad que al resultado final y dijo a sus afortunados pupilos que se
dejasen marcar el gol que supuso el empate, poco antes de que el colegiado
señalara el fin del partido. El resultado final no pasará a la historia, como
otros que los niños olvidan al día siguiente, lo que seguro permanecerá en la
memoria es el gesto deportivo de una persona que demostró con el mismo que los
niños que tiene bajo su responsabilidad están en buenas manos. Se impuso el
valor al resultado, no sólo vale crecer como jugador, lo principal es ser
persona. Felicidades.
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